¡ENCÉRRALA! MI PEINADO/ESTILO DE VIDA PARA SIEMPRE

Unos siete años después de dejarme el cabello natural, me hice rastas. Eran rastas tradicionales, que crecían rápido y abundantes. En 5 años, me llegaban mucho más allá de los hombros y me colgaban hasta la mitad de la espalda. En 2009, se me ocurrió la brillante idea de "deshacerme" las rastas después de ver un video del proceso. Una semana después, parecía Samuel Jackson en la película Unbreakable . De nuevo, me encontré en la silla del barbero, cortando lo que quedaba de mis rastas y empezando de cero. Así que pasé los dos años siguientes, en caída libre al natural, empezando de cero con un corte César corto, como cuando me deshice de la permanente. Volví a las rastas en 2011, pero esta vez me hice unas Sisterlocks. LA MEJOR DECISIÓN QUE TOMÉ, JAMÁS.

EL ESPESOR DEL TODO: UN VIAJE POR EL CABELLO NATURAL

Todo empezó por una quemadura química causada por una permanente casera. Era el año 1996. Hasta entonces, me consideraba una auténtica esteticista de cocina, comprando permanentes de caja para peinarme desde la universidad. En aquellos tiempos de escasez universitaria, no podía permitirme ir a la peluquería; iba a Walmart, compraba un kit de alisado, volvía a la residencia y me aplicaba una capa de crema blanca y nociva en la base del pelo, con cuidado de no mancharme, o al menos no demasiado, el cuero cabelludo ni cubrir todo el tallo. Después de la universidad, seguí con esta práctica, cuando andaba un poco corto de dinero.